Rehabilitación energética de un edificio: soluciones para ahorrar energía
La factura en electricidad y gas siguen siendo muy elevadas para muchas familias, y cada vez más personas buscan formas de reducir su consumo energético sin perder confort en el hogar. Una necesidad que no solo se vive como propietario de una vivienda. Los administradores de fincas y presidentes de comunidad también necesitan soluciones que les permitan mejorar la eficiencia de sus edificios y reducir el gasto energético. Hoy nos centramos en cómo afrontar la rehabilitación energética de un edificio, un concepto clave para ahorrar y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
¿Qué es la rehabilitación energética de un edificio?
La rehabilitación energética de un edificio consiste en la aplicación de mejoras que reducen su consumo energético y aumentan su eficiencia. Estas acciones pueden incluir cambios que afectan al aislamiento térmico, a los sistemas de calefacción y refrigeración, también a la introducción de las renovables o incluso la renovación de cerramientos. El objetivo de este tipo de reformas en bloques de edificios no es otro que reducir la demanda energética y, con ello, disminuir el gasto mensual en suministros. Algunas de estas medidas se pueden llevar a cabo individualmente en cada vivienda, pero hay otras rehabilitaciones que afectan a todo la estructura del edificio.
¿Cuáles son los principales problemas energéticos en los edificios?
Muchos edificios antiguos presentan deficiencias energéticas que afectan tanto al bolsillo como al confort. Los problemas principales son:
- Aislamiento deficiente: muros, cubiertas y ventanas sin el aislamiento adecuado permiten fugas de calor en invierno y entrada en verano.
- Sistemas de calefacción y refrigeración obsoletos: calderas antiguas, equipos poco eficientes o una mala distribución del calor y el frío generan un alto consumo.
- Puentes térmicos: zonas del edificio por donde se pierde o gana calor fácilmente, aumentando la necesidad de climatización.
- Ventanas antiguas: si no son de doble o triple acristalamiento, pueden ser un punto de fuga importante.
La suma de estos problemas contribuye a que los edificios sean los mayores consumidores de energía. Esto es así porque en su día fueron construidos con escasas exigencias de eficiencia energética o sin ellas. Según el Código Técnico de la Edificación de 2006 casi nueve de cada diez viviendas (86,9%) ofrecen una baja calificación energética E, F o G. Sin embargo, si se aplicara el Documento Básico de Ahorro de Energía (DB-HE) vigente desde 2020, deberían ser clase A o B, o lo que es lo mismo, edificios o viviendas con un consumo de energía casi nulo.
¿Será obligatorio que los edificios sean eficientes por norma?
El Diario Oficial de la Unión Europea publicó la Directiva 2024/1275 relativa a la eficiencia energética de los edificios (EPBD) el 8 de mayo de 2024 para establecer el marco en el que los Estados miembros deben reducir emisiones y el uso de la energía en los edificios. La Directiva concede dos años para su transposición a las reglamentaciones nacionales. Por eso, se espera una actualización del Documento Básico de Ahorro de Energía (DB-HE) para mayo de 2026.
Para lograr estos objetivos energéticos el sector de la construcción tiene mucho que aportar y así ampliar el número de edificios cero emisiones y conseguir la neutralidad climática. De hecho, se prevé alcanzar reducciones de emisiones de al menos el 60% en el sector de la construcción de aquí a 2030 y así garantizar que los edificios sean eficientes en el marco del Pacto Verde Europeo. La consecuencia será el aumento del ritmo de rehabilitación, especialmente en los edificios con peores prestaciones de cada país.
Soluciones para ahorrar energía en la rehabilitación de edificios
Visto este panorama es necesario tomar medidas y rehabilitar los edificios energéticamente con soluciones encaminadas al ahorro de energía.
1. Mejorar el aislamiento térmico
Instalar aislamiento en fachadas, cubiertas y suelos reduce la pérdida de calor en invierno y el sobrecalentamiento en verano ahorra hasta el 50% en consumo de energía. Actuar sobre la envolvente del edificio implica aislar correctamente la fachada y el tejado.
2. Cambiar las ventanas
Sustituir ventanas antiguas por modelos con doble o triple acristalamiento y rotura de puente térmico evita las fugas de calor y mejora el confort interior. Esta actuación está pensada para optimizar la estanqueidad del edificio, evitando corrientes y fugas.
3. Modernizar los sistemas de calefacción y refrigeración
Optar por aerotermia, geotermia o bombas de calor de alta eficiencia permite reducir considerablemente el consumo energético.
4. Integrar energías renovables
La instalación de paneles solares fotovoltaicos o térmicos es una solución sostenible que ayuda a reducir la dependencia de la red eléctrica.
5. Apostar por una fachada ventilada cerámica
Una de las mejores soluciones para la rehabilitación energética es la instalación de una fachada ventilada cerámica.
Rehabilitación energética de edificios con fachada ventilada cerámica
La fachada ventilada cerámica es un sistema de envolvente arquitectónica que mejora significativamente el aislamiento térmico y acústico de los edificios. Consiste en una doble piel con una cámara de aire entre el muro y el revestimiento cerámico, potenciando la inercia térmica del inmueble y proporcionando numerosos beneficios:
- Ahorro energético: reduce la transmisión de calor al interior en verano y evita las fugas en invierno.
- Eliminación de puentes térmicos: mejora el aislamiento del edificio al suprimir los puntos de pérdida de energía.
- Mayor confort: regula la temperatura interior, reduciendo la necesidad de climatización.
- Estética y durabilidad: aporta una renovación visual a la fachada, con un acabado moderno y un mantenimiento mínimo.
Sostenibilidad: ayuda a la reducción de emisiones de CO2 y utiliza materiales 100% reciclables que respetan el medioambiente.
Edificios residenciales con fachada ventilada que ahorran energía
Este edificio residencial de Barakaldo (Vizcaya) se rehabilitó instalando una fachada ventilada cerámica con piezas cerámicas GA30. La solidez y robustez de las piezas de espesor 30 mm garantizan las más altas prestaciones, resistencia mecánica y una estética más lineal al acabado. Con esta envolvente térmica todos los propietarios del edificio se benefician de un importante ahorro en energía. La rehabilitación también permitió resolver las patologías más habituales de una fachada mal aislada.
¿Por dónde empezar la rehabilitación energética?
Si quieres reducir la factura energética y mejorar el confort de tu vivienda o edificio, el primer paso es realizar una auditoría energética. Este estudio identificará las principales carencias del edificio y permitirá definir las mejores soluciones. Además, existen ayudas y subvenciones para la rehabilitación energética que pueden cubrir gran parte del coste de la obra. Estas intervenciones no solo mejoran la eficiencia de los edificios, sino que también revalorizan las viviendas. Si eres particular, administrador de fincas o presidente de una comunidad, ahora es el momento de tomar acción y convertir tu edificio en un espacio más eficiente y confortable.
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